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Las ofertas de empleo de baja cualificación más numerosas en la Región de Murcia son para trabajar como agente comercial, peón de almacén, repartidor, teleoperador, peón agrícola, limpiador o como mecánico, según el estudio realizado, con datos del último trimestre del pasado año, por la estudiante de la UPCT Marta de Lara Aroca, quien ha dedicado su Trabajo Final de Grado (TFG) en Administración y Dirección de Empresas a analizar las oportunidades laborales para personas en riesgo de exclusión, proponiendo planes de formación orientados a los nichos de trabajo detectados.
El estudio fue una propuesta de la Fundación Iniciativa Solidaria Ángel Tomás (FISAT), que ofrece programas de recualificación a personas con alta necesidad de incorporarse al mundo laboral, por lo que este trabajo académico se ha realizado en la modalidad Aprendizaje y Servicio, en la que el alumnado aplica sus conocimientos para ayudar a la sociedad.
La nueva graduada en ADE, que defendió el pasado viernes su trabajo y se lo entregó a los responsables de la Fundación, ha realizado una proyección de los sectores que más van a crecer en los próximos años, destacando los relacionados con la informática y las telecomunicaciones, la sanidad, la logística y el comercio, dados los cambios económicos y de consumo que ha acelerado la pandemia.
“En los próximos años se espera un descenso de los puestos de trabajo de baja cualificación, por la progresiva automatización de tareas, por lo que serán los trabajadores más formados quienes tengan más oportunidades por su flexibilidad para cubrir múltiples funciones”, resalta la estudiante de la Facultad de Ciencias de la Empresa de la UPCT, recordando que en la Región de Murcia hay un 8% de población que no cuenta con estudios primarios completos.
La estudiante, cuyo TFG ha dirigido Olga Rodríguez y codirigido Soledad Martínez, ha diseñado también una herramienta de detección de necesidades formativas y de recopilación de los perfiles de los usuarios de FISAT para facilitar la selección de candidatos a puestos de trabajo.
“Utilizaremos la investigación de la alumna para prever nichos laborales y adaptar nuestra formación y también nos será muy útil la base de datos que ha creado para encontrar candidatos idóneos para las ofertas que nos trasladan las empresas”, explica el director de FISAT Cartagena, David Barqueros.
Para formar a personas en riesgos de exclusión en capacidades requeridas por las ofertas de empleo más frecuentes actualmente y esperables en el futuro próximo, la alumna sugiere a FISAT, que ya imparte formación en competencias básicas y para la certificación de la ESO, la realización de cursos de informática, por la alta demanda de manejo de dispositivos electrónicos en múltiples trabajos, así como cursos de idiomas y de especialización en ventas.
La necesidad de contar con carné de conducir y de otras certificaciones como el carné de carretillero o el de aplicador de productos fitosanitarios son otros de los requisitos formativos para empleos de baja cualificación que resalta el trabajo, que sugiere igualmente las oportunidades que ofrecen la realización de cursillos sobre higiene y desinfección, estiva de carga en camiones o albañilería y otras profesiones asociadas al mantenimiento de edificios. Buscar ofertas o descuentos en autoescuelas para estas personas y procurarles prácticas en empresas son algunas de las ideas que también incorpora el estudio.