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‘Mujeres líderes: por un futuro igualitario en el mundo de la Covid-19’ es el tema que Naciones Unidas ha escogido este año para reivindicar en el Día Internacional de la Mujer Trabajadora y del que han reflexionado investigadoras y empresarias vinculadas a la Universidad Politécnica de Cartagena en un coloquio con motivo del 8-M en el que han coincidido en apostar por la educación en igualdad, el incremento de la corresponsabilidad de tareas y cuidados en el hogar, y los referentes de liderazgo femenino como las claves para equiparar la presencia de mujeres entre los puestos directivos en la empresa y en el sector público.
De los más de 19.000 directivos de la Región de Murcia, sólo el 24,54% son mujeres, y esa proporción no sólo no ha crecido en los últimos años, sino que ha retrocedido, según un Trabajo Fin de Máster dirigido por la investigadora de la UPCT Ino Martínez. “La cifra queda lejos de las recomendaciones del Parlamento Europeo y de la Ley de Igualdad Efectiva entre Mujeres y Hombres, que aconsejan que la representación de cada sexo no sea inferior al 40%”, señala la docente en este debate entre mujeres en el que también han participado la presidenta de la patronal cartagenera (COEC), Ana Correa, la presidenta de la Asociación de Mujeres Empresarias (AMEP), Nuria Castillo, y la directora de la Escuela de Técnica Superior de Ingeniería Agronómica de la Politécnica, Arantxa Aznar.
“Lo primero es educar en igualdad, pero los cambios tardan mucho tiempo en llegar a la sociedad y mucho más a las empresas”, comenta la presidenta de COEC. “Nosotras mismas tenemos que ponernos en valor, porque las capacidades son exactamente las mismas e incluso está demostrado que la mujer dirige mejor los equipos de trabajo, con un trato más horizontal en el que se toman mejores decisiones”, resalta.
“Son necesarias más medidas para ayudar a conciliar”, reclama Nuria Castillo, recordando que los parones profesionales y las reducciones de jornada para atender a familiares incrementan la brecha salarial entre mujeres y hombres, señalando como ejemplo los complementos retributivos que disfrutan casi en exclusiva los hombres por su mayor disponibilidad horaria al no compartir equitativamente las tareas en el hogar. “Necesitamos políticas efectivas para lograr una igualdad real”, añade la presidenta de AMEP Cartagena.
«No puedo, tengo un niño»
Como muestra de cómo las obligaciones familiares limitan el potencial de las mujeres Arantxa Aznar expuso su propio caso, en el que respondió ‘no puedo, tengo un niño de seis años’ cuando le propusieron liderar la Escuela de Agrónomos de la UPCT. Y las barreras que imponen los arquetipos de género, como cuando planteó a su entorno que quería estudiar Ingeniería y le dijeron que era una carrera de chicos. “Es fundamental educar en igualdad desde las edades más tempranas”, afirma. “Desde el primer momento, no podemos regalar excavadoras a los niños y cocinas a las niñas”, coincide con ella Ana Correa.
La necesidad de referentes es otro de los puntales para el cambio que reclaman estas cuatro mujeres. “Yo estaba muy a gusto en mi empresa”, recuerda Correa, “pero las mujeres no podemos desaprovechar oportunidades como la de tomar el mando de la Confederación”, reflexiona. “Como apenas hay referentes, las niñas ni se plantean que puedan llegar a ser directivas”, coincide Aznar.
“En Cartagena ahora tenemos una rectora, una alcaldesa y una vicealcaldesa, una presidenta de la Autoridad Portuaria y una presidenta de la patronal, somos la referencia regional en liderazgo femenino y esperamos que tenga un efecto tanto presente como futuro para que más mujeres se animen a estar en los puestos de decisión”, añade Ino Martínez.
¿Malas madres?
“Cuando me quedé embarazada lloré, no porque no quisiera ser madre, sino porque no sabía si iba a poder seguir sacando adelante la empresa”, ha recordado Nuria Castillo, añadiendo que “al mes de nacer ya estaba mi hijo haciendo impuestos conmigo”.
“Siempre tienes la sensación de ser una mala madre por no prestarle suficiente tiempo, cuando la educación en igualdad también es ver a tu madre trabajando”, remarca en la misma línea la directora de Agrónomos.
“Mi primer artículo de investigación a una revista de alto impacto lo mandé dos días antes de dar a luz y durante las bajas maternales he seguido escribiendo otros, pero se acaba notando que no descansas bien y es en esos años de crianza temprana cuando se distancian las carreras investigadoras de mujeres y hombres”, argumenta Ino Martínez.
“La mujer tiene una valía que debe demostrar luchando tres veces más que un hombre”, concluye la presidenta de la asociación de empresarias y profesionales cartageneras, Ana Correa.