El Centro de Estudios Financieros distingue un trabajo de investigadores de la UPCT sobre el capital intelectual

No tomar decisiones empresariales basadas exclusivamente en los estados financieros tradicionales mirando al pasado, sino hacia adelante, es el leit motiv del artículo de los investigadores de la UPCT Isidoro y Manuela Guzmán Raja, que ha sido distinguido por el Jurado del Premio del Centro de Estudios Financieros en la última edición 2020 de sus premios anuales, y que próximamente será publicado en la Revista de Contabilidad y Tributación que edita el mencionado Centro.

Bajo el título ‘Un impulso a la revelación del capital intelectual de las empresas’, los autores proponen la incorporación a los estándares contables de nuevos estados que muestren el potencial de futuro de las compañías, para lo cual es necesario conocer sus inversiones en activos intangibles del conocimiento o capital intelectual, que evidencian su capacidad para alcanzar ventajas competitivas en un mercado cada vez más complejo, aunque en muchas ocasiones dichos activos no se inscriben dentro del balance de las empresas por no permitirlo la propia normativa contable, motivo por el cual también se denominan a estas inversiones activos intangibles ocultos. “El capital intelectual es como las raíces del árbol, que están ocultas, pero son su sustento”, describe gráficamente Manuela Guzmán.

“Los estados financieros formulados anualmente por las empresas analizan fundamentalmente la actuación empresarial pasada, obviando la información sobre sus activos estratégicos desde una perspectiva de futuro", comenta el profesor de la Facultad de Ciencias de la Empresa de la UPCT Isidoro Guzmán, por lo que en su trabajo los autores proponen incluir el ‘Informe de Recursos Estratégicos y Consecuencias' formulado por Baruch Lev y Fen Gu (2017), cuya finalidad es dar al inversor un mayor conocimiento de las perspectivas económicas de las compañías.

Los autores de este artículo ya fueron reconocidos en junio pasado por la Asociación Española de Contabilidad y Administración de Empresas (AECA) por otro trabajo académico, en que abogaban por desarrollar en las empresas la figura del ‘compliance officer’, responsable de implementar los programas que eximen a las compañías de responsabilidades penales.